Durante el embarazo las necesidades nutricionales de la mujer son mayores que en otras etapas de su vida. En esta etapa aumentan las necesidades de energía, proteínas e hidratos de carbono, así como de varias vitaminas y minerales.  Este aumento se explica porque la mujer embarazada debe satisfacer además de sus propias necesidades nutricionales normales, las necesidades de nutrientes y calorías para el feto, el líquido amniótico, la placenta y el aumento en el volumen de sangre y el tejido graso de pechos y útero1.

 A continuación se abordan las necesidades de energía, de macronutrientes (proteínas, hidratos de carbono y grasas) y fibra durante el embarazo.

1. Energía

En el embarazo se requiere energía adicional para asegurar el crecimiento y mantención del feto, placenta, fluido amniótico y tejidos maternos asociados (útero, mamas, sangre, fluido extracelular y tejido adiposo)2. El {modal href="/etapas-vida/embarazo/necesidades-de-energia-macronutrientes-fibra?view=article&id=89" rel="{handler:'iframe',size:{x:400,y:300}}"}metabolismo basal{/modal} aumenta  debido al aumento de la masa de tejido metabólicamente activo, acelerada síntesis de tejidos y al incrementado trabajo cardiovascular y respiratorio3. Además  se necesita energía adicional para realizar una normal actividad física, debido al aumento del peso corporal de la embarazada. En el primer trimestre las necesidades energéticas son mínimas. Aunque el primer trimestre se caracteriza por el rápido desarrollo de órganos y  tejidos fetales, este proceso no requiere mucha energía4. En el segundo trimestre el mayor gasto energético se debe a factores maternos, como la expansión del volumen de sangre, crecimiento del útero y mamas y aumento de los depósitos de grasa. Mientras que en el último trimestre, el mayor gasto energético se debe al crecimiento del feto y placenta5.

La consulta de expertos de la FAO/OMS/UNU3 estimó que el costo energético adicional durante todo el embarazo es igual a 77.000 Kcal, en mujeres que ganan en promedio 12 kg durante el embarazo. Este costo es diferente en los tres trimestres, siendo menor en el primero y mayor en el último. Para satisfacer las necesidades adicionales de energía para cada trimestre, recomienda  aumentar la ingesta de calorías diarias en 85, 285 y 475 Kcal en el primer, segundo y tercer trimestre respectivamente (Tabla 1). Se debe considerar que los valores anteriores son para embarazo simple y mujeres con peso normal (IMC=18,5-24,9). Consideraciones especiales se deben realizar para las mujeres con embarazo múltiple, peso por debajo del normal, sobrepeso, obesidad y  adolescentes3.  

Por otro lado, el Instituto de Medicina de EE.UU (IOM) recomienda no aumentar la ingesta diaria de calorías durante el primer trimestre. Además recomienda que las mujeres aumenten su ingesta de calorías diarias durante el embarazo según su peso antes del embarazo, nivel de actividad física y semanas de gestación. El aumento de calorías sugerido para las mujeres que tienen peso en el rango normal es de 340 y 450 calorías diarias en el segundo y  tercer trimestre respectivamente6 (Tabla 1).

Las mujeres con bajo peso deberían ganar más peso durante el embarazo respecto a las de peso normal, para tener bebes con un peso adecuado al nacer.  Por lo tanto, las necesidades adicionales de energía son algo mayores para estas mujeres. Mientras las mujeres  con sobrepeso deberían aumentar  en menor grado su ingesta energética y subir menos de peso, respecto a las de peso normal. Por otro lado, las adolescentes requieren satisfacer además de las necesidades adicionales del embarazo, aquellas necesidades propias de la adolescencia3. Durante esta etapa se produce un significativo crecimiento que demanda más energía;  el aumento de estatura en esta etapa puede alcanzar el 20% del crecimiento total. Por tal razón, una adolescente embarazada que aún está en crecimiento requiere más calorías adicionales y debería subir más de peso respecto a la mujer madura del mismo tamaño1.

Como el requerimiento energético es variable y depende  de varios factores (estatura, nivel de actividad física, IMC, etapa del embarazo, etc),  la mejor forma de garantizar que las calorías ingeridas son suficientes, es subir la cantidad de peso recomendada durante el embarazo. (ver ganancia de peso saludable)

Tabla 1: Recomendaciones de las necesidades adicionales de energía (Kcal/día) para cada trimestre

TRIMESTRES FAO/OMS/UNUa IOMb
Primero 85 -
Segundo 285 340
Tercero 475 450

a: FAO(2004)3; b: IOM (2005)6

 

2. Proteínas

Durante el embarazo se necesitan proteínas adicionales para el crecimiento del feto, el desarrollo de la placenta, producción de líquido amniótico, incremento del volumen de sangre materno y expansión de otros tejidos maternos (Ej. útero, mamas)7. En la tabla 2 se indican los depósitos de proteínas en los tejidos materno y fetal al término del embarazo (40 semanas); observándose que  se depositan principalmente en el feto6.

El aumento en las necesidades de proteínas refleja las tasas de crecimiento maternas y fetales; siendo las necesidades extra de proteínas bajas en un comienzo para luego aumentar progresivamente a medida que avanza el embarazo.  Aproximadamente el 82% de la demanda total para cubrir las necesidades maternas y fetales (925 g), se produce en la última mitad del embarazo7. Tanto las ingestas bajas como las excesivamente altas de proteínas durante el embarazo,  se asocian con un crecimiento restringido del feto y bajo peso al nacer7,8. Además el porcentaje de proteína en la dieta materna parece estar inversamente asociado con la grasa subcutánea abdominal del feto8.

Tabla 2: Depósitos de proteínas (g) en los tejidos materno y fetal al término del embarazo.

Tejidos  (g)
Feto 440
Placenta 100
Fluido amniótico 3
Útero 166
Mamas 81
Sangre 135
Total 925

Fuente: Institute of Medicine (2005)6

Según las estimaciones de la OMS9, las necesidades adicionales de proteínas son diferentes en cada trimestre, siendo máxima en el tercero. Las necesidades extra de proteínas en el primer, segundo y tercer trimestre son 1, 10 y 31 gramos diarios respectivamente. En la siguiente tabla se indican las necesidades de proteínas en cada trimestre, para mujeres embarazadas con distintos pesos corporales al inicio del embarazo. Por ejemplo, una mujer que pesa 55 kg al inicio del embarazo requiere incrementar su ingesta de proteínas desde 46 gramos diarios hasta 77 gramos diarios en el tercer trimestre de embarazo. Un incremento de 31 gramos de proteínas en el tercer trimestre, equivale a consumir 100g o 3,5 oz de pechuga de pollo.    

Las mujeres embarazadas de gemelos o mellizos, requieren aumentar al doble la ingesta de proteínas respecto a las embarazadas de un bebé. La OMS recomienda que estas mujeres aumenten la ingesta diaria de proteínas en 50 gramos a partir de la semana 209.

Tabla 2: Necesidades de proteínas diarias (gramos/día)  en cada trimestre para mujeres embarazadas y no embarazadas con distintos pesos al inicio del embarazo.

Peso (kg)

No
embarazadaa

Embarazada
1er 2do 3er
40 33 34 43 64
45 37 38 47 68
50 42 43 52 73
55 46 47 56 77
60 50 51 60 81
65 54 55 64 85
70 58 59 68 89
75 62 63 72 93
80 66 67 76 97

a: En base a 0,83 g/kg/día

Por otro lado, el IOM6 recomienda durante el embarazo una ingesta de 1,1 g de proteínas al día por cada kilo de peso corporal (RDA=1,1 g/kg/d), o aumentar las necesidades diarias de proteínas en 25 gramos. Por ejemplo, para una embarazada que pesa inicialmente 55 kg, la ingesta recomendada de proteínas durante el embarazo es igual a 61 g/d (1,1 x 55).  Para las embarazas de mellizos o gemelos, este organismo recomienda incrementar la ingesta de proteínas en 50 g/d a partir del segundo trimestre, junto con la energía suficiente para utilizar la proteína de la forma más eficiente posible.

La mayoría de las mujeres occidentales, obtienen la cantidad suficiente de proteínas de la dieta para cubrir las necesidades proteicas durante el embarazo.  Sin embargo, aquellas mujeres que no consumen habitualmente alimentos proteicos, tales como, carne, tofu o legumbres, deberían realizar un esfuerzo especial para incluirlos diariamente en cantidad suficiente10.

En la siguiente tabla se indica la cantidad de proteínas por porción de distintos alimentos proteicos. Se recomienda preferir las fuentes más saludables de proteínas, como, carnes blancas,pescados (ver restricciones), legumbres, productos procesados de soya (Ej.tofu),frutos secos y semillas;limitar las carnes rojas y evitar el tocino, los embutidos y otras carnes procesadas.  Es decir, preferir los alimentos proteicos del nivel 3 de la pirámide de alimentación saludable de Harvard.

Tabla 3: Contenido de proteínas por porción de distintos alimentos ricos en proteínas.

Alimentos Tamaño de porción Proteína (g)
Carne vacuno 3 onzas (85 g) 30
Carne molida (3% grasa) 3 onzas (85 g) 23
Chuleta de cerdo 3 onzas (85 g) 22
Atún, salmón, abadejo, o trucha 3 onzas (85 g) 21
Yogur (griego*, vainilla, descremado) 1 taza (245 g) 21
Gluten de trigo 1 onza (28 g) 21
Pavo o pollo cocido 3 onzas (85 g) 19
Tofu 3 onzas (85 g) 19
Queso cottage descremado (1% grasa) ½ taza (113 g) 14
Queso gouda 1,5 oz (43 g) 11
Hamburguesa vegana de soya 1 unidad (70 g) 11
Leche  descremada 1 taza (247 g) 8
Queso fresco 1,5 oz (43 g) 8
Porotos o frijoles cocidos ½ taza 8
Yogur (vainilla descremado) 1 taza (245 g) 7
Frutos secos (todos los tipos) ¼ taza o 1 onza 7
Maní tostado 1 onza (28 g) 7
Huevo 1 unidad 6
Almendras 1 onza (28 g) 6
Mantequilla de maní 1 cucharada 4
Semillas de zapallo (calabaza) tostadas ½ onza (14 g) 4
Hummus (casero) 2 cucharadas 1,5

Fuente:USDA National Nutrient Database for Standard Reference (Release 28, released September 2015, slightly revised May 2016)

 

3. Hidratos de Carbono

Los hidratos de carbono brindan la fuente principal de energía para el bebé en desarrollo, siendo la glucosa el principal combustible metabólico del feto en desarrollo.  Por tal razón, las embarazadas necesitan consumir fuentes saludables de hidratos de carbono durante todo el día. La ingesta recomendada de hidratos de carbono (RDA) para la mujer embarazada según el IOM (2004)6 es un mínimo de 175 gramos al día (45 g más respecto a la mujer no embarazada). Esta cantidad asegura la provisión de glucosa para el cerebro fetal y materno, y previene la cetosis6. Sin embargo este nivel de ingesta de hidratos de carbono, no es suficiente para satisfacer las necesidades de energía  en el contexto de niveles de ingesta aceptables de grasa y proteína11.

La OMS12 recomienda un consumo de hidratos de carbono igual a 55-75% de la ingesta energética total, procedentes de una variedad de fuentes alimenticias. Por ejemplo, una embarazada que necesita ingerir 2.000 calorías diarias,  el consumo de hidratos de carbono  debería ser 275-375 gramos diarios;  considerando que los hidratos de carbono aportan en promedio 4 Kcal/gramo.

La mayor parte del aporte de hidratos de carbono deberían proceder de los cereales integrales (Ej. arroz y pan integral), las frutas, las verduras y las legumbres. Estos alimentos son buena o excelente fuente de fibra, vitaminas y minerales, y además proporcionan una gran variedad de compuestos saludables (fitoquímicos). Además, la mayoría de estos alimentos poseen bajo índice glicémico; provocando aumentos graduales en los niveles de azúcar e insulina en la sangre tras consumirlos13.

Las mujeres embarazadas son particularmente susceptibles a desarrollar diabetes durante el embarazo10, la cual se denomina ”diabetes gestacional”.  Aunque la mayoría de las madres con diabetes gestacional tienen bebés saludables, si ésta no se controla puede conducir a serios problemas de salud en la  madre y el bebé14.  Entre los posibles problemas está el mayor riesgo de prematuridad o que el bebé tenga un peso al nacer igual o mayor a 4 kg, conocido como “macrosomía”. Un gran bebé puede significar un parto más complicado (con mayor probabilidad de cesárea) y que el bebé tenga un mayor riesgo de ser obeso y que desarrolle diabetes en el futuro14,16. Además, las mujeres que han tenido diabetes gestacional tienen riesgo de desarrollar diabetes mellitus tipo 2 en los 15 años siguientes al embarazo17. Estas mujeres deberían prestar especial atención al tipo de hidratos de carbono (prefiriendo aquellos de fuentes saludables y limitando los cereales refinados y azúcares) y a la cantidad total de hidratos de carbono consumida (ver)10,15.

4. Grasas

El consumo adecuado de grasas es particularmente importante en el embarazo, ya que se están formando nuevas células y tejidos; siendo vitales en el crecimiento y desarrollo del bebé. Durante el tercer trimestre, el feto almacena la mayor parte de su propia grasa corporal, que es una fuente esencial de combustible para el recién nacido. Sin las reservas de grasa adecuadas, los recién nacidos no pueden regular de forma eficaz su temperatura corporal18.

Los distintos tipos de grasa en la dieta tienen efectos diferentes en el perfil lipídico, es decir, afectan en mayor o menor grado los niveles de colesterol total, colesterol LDL, colesterol-HDL, y triglicéridos en el torrente sanguíneo. El tipo de grasa que recibe el feto depende de la dieta de la madre. Las grasas saturadas y las grasas trans se consideran malas (especialmente las grasas trans); mientras que las grasas insaturadas (monoinsaturadas y poliinsaturadas)  se consideran buenas. 

Las grasas saturadas provienen principalmente de los productos animales (Ej. grasa de la carne, manteca, mantequilla y lácteos),  pero también se encuentran en cantidades importantes en los aceites de plantas tropicales, como el de coco y palma. Las grasas trans provienen de alimentos elaborados con aceites parcialmente hidrogenados, como galletas, productos de pastelería, algunas margarinas, shortening (manteca vegetal). Este tipo de grasa se debería evitar especialmente durante el embarazo. Las grasas insaturadas se encuentran en pescados, aceites vegetales, frutos secos, legumbres y semillas. Ese tipo de grasas se debería preferir siempre que sea posible,  en lugar de alimentos ricos en grasas saturadas y trans10,19.

4.1. Grasas omega 3

Las grasas omega-3 tienen varias funciones en nuestro organismo y son esenciales para una buena salud20. Existen tres tipos principales de ácidos grasos omega-3: el ácido eicosapentaenoico (EPA), el ácido docosahexaenoico (DHA) y el  ácido alfa-linolénico (ALA).  Este último se considera esencial y por lo tanto debe ser suministrado con la dieta. El EPA y DHA pueden ser sintetizados a partir del ALA, pero la conversión es muy limitada21. Por lo tanto, es importante incluir también en la dieta alimentos ricos en EPA y DHA20.

Especial atención merece el ácido docosahexaenoico (DHA), éste ácido graso es esencial para la estructura, el crecimiento y el desarrollo del sistema nervioso central del feto y de la retina (visión). El DHA representa más o menos el 30% del peso del cerebro fetal, y es una parte importante del tejido neuronal fetal, y mantiene el buen funcionamiento en la neurotransmisión22. Puesto que el cerebro del feto crece drásticamente durante el tercer trimestre, el DHA resulta especialmente importante en la dieta de la madre23. Las mejores fuentes de DHA son los alimentos marinos, como pescados (especialmente los grasos), mariscos y algas. Aunque se debe considerar que consumir mucho pescado podría ser dañino para el feto debido a la contaminación con mercurio (ver). Las cápsulas de aceite de pescado y suplementos de DHA, podrían también ser una alternativa10.

En relación al embarazo, los efectos sobre la salud más firmemente establecidos de las grasas poliinsaturadas de cadena larga (especialmente las de tipo omega 3 que provienen principalmente de los alimentos marinos) son: (1) mejora en la función cognitiva y visual del lactante, (2) tratamiento y la prevención de la depresión materna y (3) aumento en la duración de la gestación y la reducción del riesgo de parto prematuro y de bajo peso al nacer24,25.

Además, tanto el DHA y EPA modulan varias vías biológicas, y por lo tanto pueden reducir el riesgo de diabetes gestacional, preeclampsia, y el desarrollo de enfermedad atópica en la descendencia26.Sin embargo, estos beneficios potenciales no han sido comprobados25.

En el período prenatal aumenta el riesgo de carencia de ácidos grasos omega-3, ya que las reservas de los tejidos maternos suelen disminuir, al utilizarse para el desarrollo del feto27. Siendo bastante común que los médicos,  recomienden a las embarazadas tomar suplementos de aceites marinos para que cubran sus necesidades de omega-3 marinos (EPA y DHA).

La recomendación de ingesta de grasas totales para las embarazadas  es la misma que para el resto de los adultos mayores de 18 años.  Es decir, el 20 - 35% de las calorías totales deberían provenir de las grasas. Por ejemplo, para una dieta de 2.000 Kcal/día  se recomienda una ingesta diaria entre 44-78 g.

Además se recomienda que menos del 10% de las calorías  totales provenga de las grasas saturadas y menos del 1% de las calorías totales de las grasas trans.  Respecto a las grasas omega 3 de cadena larga se ha establecido un mínimo algo superior para la mujer embarazada, siendo igual a 0,3 g/día  para la suma de EPA + DHA y 0,2 g al día para el DHA24.

En la tabla 4 se indica el contenido de ALA por porción de diferentes alimentos ricos en ALA, y en la tabla 5 se indica el contenido por porción de EPA + DHA de pescados y mariscos bajos en mercurio.

Tabla 4: Contenido de ALA por porción de diferentes alimentos ricos en este ácido graso omega-3.

ALIMENTOS ALA (g)
ACEITES
Linaza, 1 cucharada 7,2
Nuez, 1 cucharada 1,4
Canola, 1 cucharada 1,3
Soja, 1 cucharada 0,9
Maíz, 1 cucharada 0,2
Oliva, 1 cucharada 0,1
FRUTOS SECOS
Nueces, 1 oz o 28 g 2,5
Pacanas, 1 oz o 28 g 0,3
SEMILLAS
Linaza, 1 cucharada 2,4
OTROS
Tofu, ½ taza 0,4-0,7
Soja, ½ taza 0,5

Fuente: http://extension.colostate.edu/topic-areas/nutrition-food-safety-health/omega-3-fatty-acids-9-382/

 

Tabla 5: Pescados y Mariscos bajos en mercurio y buena fuente de EPA + DHA. Contenido por  3 ½ onzas cocido (100 g)

ALIMENTOS EPA + DHA (mg)
Anchoas 2000
Arenque 2000
Caballa del Atlántico 1200
Sardinas 1000-1800
Salmón 800-1.700
Trucha arcoíris de piscifactoría 1150
Róbalo o lubina rayada 950
Róbalo o lubina de agua dulce 700
Atún enlatado claro 270
Lenguado 400-900
Camarones 500
Carbonero 500
Cangrejo rey 400
Pez gato de canal piscifactoría 180
Langosta 300
Bacalao del Atlántico 160
Abadejo 200
Almejas 100

Fuente: http://extension.colostate.edu/topic-areas/nutrition-food-safety-health/omega-3-fatty-acids-9-382/

 

5. Fibra

Según el Institute of Medicine (IOM)6 la ingesta adecuada de fibra durante el embarazo es igual a 28 gramos al día. La OMS recomienda una ingesta superior a 25 gr diarios de fibra dietética en jóvenes y adultos (incluyendo embarazadas) normales para prevenir enfermedades crónicas12.

La fibra es un tipo de hidrato de carbono que no se digiere en el intestino delgado, y  por lo tanto, no produce un aumento de glucosa en sangre. La fibra retarda la digestión de los alimentos, haciendo que la glucosa sea liberada en la sangre gradualmente, y que la sensación de saciedad sea más prolongada15. Por este  motivo una dieta alta en fibra es particularmente recomendable para las mujeres embarazadas con diabetes13.La fibra también puede ayudar a reducir los niveles de colesterol en la sangre, al atrapar ácidos biliares ricos en colesterol en el sistema digestivo y prevenir que el colesterol sea absorbido10. También ayuda aprevenir el estreñimiento, uno de los problemas digestivos más  comunes durante el embarazo. Al prevenir el estreñimiento, también se reduce el riesgo de hemorroides, otro problema que se puede presentar durante el embarazo28. Además los alimentos ricos en fibra pueden resultar de gran ayuda para las mujeres que deben evitar ganar demasiado peso18.   

En la siguiente gráfica se indica el contenido de fibra por porción de distintos alimentos.

Tabla 6: Contenido de fibra por porción de distintos alimentos ricos en fibra.


ALIMENTOS

TAMAÑO PORCIÓN
FIBRA TOTAL (gramos)
FRUTAS
Frambuesas 1 taza 8.0
Pera, con cáscara 1 mediana 5.5
Manzana, con cáscara 1 mediana 4.4
Plátano 1 mediana 3.1
Naranja 1 mediana 3.1
Fresas (mitades) 1 taza 3.0
Higos secos 2 medianos 1.6
Pasas (1 onza, 60 unidades) 1.0
VERDURAS
Alcachofa, hervida 1 mediana 10.3
Guisantes verdes, cocidos 1 taza 8.8
Brócoli, hervid0 1 taza 5.1
Hojas de nabo, hervidas 1 taza 5.0
Coles de Bruselas, cocidas 1 taza 4.1
Maíz dulce, hervido 1 taza 3.6
Papa, con la piel, al horno 1 pequeña 2.9
Pasta de tomate, en conserva 1/4 taza 2.7
Zanahoria, cruda 1 mediana 1.7
CEREALES
Espaguetis, de trigo integral, cocinado 1 taza 6.3
Cebada, perlada, cocinada 1 taza 6.0
Hojuelas de salvado 3/4 taza 5.5
Muffin de salvado de avena 1 mediana 5.2
Avena, instantánea, cocida 1 taza 4.0
Arroz integral, cocido 1 taza 3.5
Pan, centeno 1 rebanada 1.9
Pan, trigo integral 1 rebanada 1.9
LEGUMBRES, FRUTOS SECOS Y SEMILLAS
Arvejas, hervidas 1 taza 16.3
Lentejas, hervidas 1 taza 15.6
Frijoles negros cocidos 1 taza 15.0
Garbanzos, cocidos 1 taza 12.5
Habas, hervidas 1 taza 13.2
Frijoles (adzuki), cocidos 1 taza 16.8
Frijoles al horno, sin carne, enlatados, cocidos 1 taza 10.4
Almendras (1 onza, 23 unidades) 3.5
Pistachos (1 onza, 49 unidades) 2.9
Nueces pecanas (1 onza 19 mitades) 2.7

Fuente: http://www.mayoclinic.org/healthy-lifestyle/nutrition-and-healthy-eating/in-depth/high-fiber-foods/art-20050948

 

REFERENCIAS 

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