La humanidad se ha enfrentado a grandes cambios en los patrones dietéticos, niveles de actividad física y composición corporal, desde que el hombre del paleolítico apareció en la Tierra1 (Tabla 1). Sin embargo, el cambio alimentario desde el patrón 3 (dieta poco variada, alta en frutas y verduras y baja en carbohidratos) hacia el patrón 4 (dieta “occidentalizada” alta en grasas especialmente saturadas de origen animal, azúcares y alimentos procesados y baja en fibra dietética) ha sido muy rápido en la mayoría de los países con bajos y medianos ingresos2. Mientras que en los países de alto ingreso (Europa, USA) éste se produjo antes y fue más gradual2-3. Además, este cambio se acompaña de una disminución del gasto energético que conlleva un modo de vida sedentario: transporte motorizado, aparatos que ahorran trabajo en el hogar, disminución gradual de las tareas manuales físicamente exigentes en el trabajo, y dedicación preferente del tiempo de ocio a pasatiempos que no exigen esfuerzo físico4. Estas modificaciones en la conducta alimentaria y en los estilos de vida han sido influenciadas por cambios socioculturales, económicos (mayores ingresos) y de comportamiento individual2 y han impactado en la prevalencia de enfermedades crónicas, sobrepeso y obesidad.
Tabla 1: Características de los patrones dietéticos
ASPECTOS |
PATRÓN 1: RECOLECCION DE ALIMENTOS |
PATRÓN 2: HAMBRE |
PATRÓN 3: HAMBRE EN RETROCESO |
PATRÓN 4: ENFERMEDADES DEGENERATIVAS |
PATRÓN 5: CAMBIO CONDUCTUAL |
DIETA |
Vegetales, animales salvajes bajos en grasa, dieta variada |
Predominan cereales, dieta menos variada |
Menos féculas; más frutas, verduras, proteínas de origen animal, continua la poca variedad |
Más grasa (especialmente de productos de origen animal), azúcar, alimentos procesados, menos fibra |
Grasas de calidad, reducción de carbohidratos refinados, más granos enteros, frutas y verduras |
Estado nutricional |
Población fuerte y delgada; pocas deficiencias nutricionales |
Los niños y las mujeres son quienes más sufren la ingesta baja en grasas, surgen las enfermedades por deficiencia nutricional, disminuye la estatura |
Continúa los problemas de nutrición en niños y mujeres, las deficiencias de muchos desaparecen, surgen las enfermedades al destete, aumenta la estatura. |
Obesidad, problemas para personas mayores (salud ósea, etc), muchas enfermedades discapacitantes |
Reducción de la grasa corporal y la obesidad, mejora en la salud ósea |
Economía |
Cazadores-recolectores |
Agricultura, ganadería, comienza la economía doméstica, cambio a los monocultivos |
Segunda revolución agrícola (rotación de cultivos, fertilizantes), la Revolución Industrial, las mujeres se unen a la fuerza laboral |
Menos puestos de trabajo con actividad física pesada, sector servicios y mecanización, revolución de la tecnología de los hogares |
Mecanización del sector servicios y dominio de la robotización industrial, aumentan las pausas activas en los trabajos sedentarios. |
Morbilidad |
Muchas enfermedades infecciosas, ninguna epidemia |
Epidemias, enfermedades endémicas (peste, viruela, poliomielitis, tuberculosis), comienzo de las enfermedades por deficiencia, hambre generalizada |
Se expanden la tuberculosis, viruela, enfermedad parasitaria, poliomielitis y enfermedad de destete (diarrea, retraso del crecimiento), luego declinan |
Enfermedades crónicas relacionadas con la dieta y la contaminación (enfermedades cardiovasculares, cáncer), disminución de las enfermedades infecciosas |
Aumento de la promoción de la salud (preventivos y terapéuticos), Crece envejecimiento saludable. Reducción de las enfermedades crónicas no transmisibles. |
Fuente: Barry M Popkin, AJCN 2006
El cambio hacia el patrón 4 (dieta occidentalizada) ha significado una mayor prevalencia de sobrepeso y obesidad y de enfermedades crónicas o no transmisibles (ENT).
La OMS define las enfermedades no transmisibles o crónicas (ENT), como aquellas que no se transmiten de persona a persona y que son de larga duración y por lo general evolucionan lentamente. Los 4 tipos principales de enfermedades crónicas son las enfermedades cardiovasculares (como ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares), el cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas (como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y el asma) y la diabetes5.
Las ENT tienen serios efectos adversos en la calidad de vida de los individuos afectados, es causa de muertes prematuras y tienen efectos económicos importantes y subestimados en las familias, las comunidades y la sociedad en general6. De los 38 millones de vidas perdidas en 2012 por ENT, 16 millones (42% de las ENT), fueron defunciones prematuras (antes de los 70 años) y evitables, provocadas por cardiopatías y neumopatías, accidentes cerebrovasculares, cáncer y diabetes7. El 82% de estas muertes "prematuras" se producen en países de ingresos bajos y medianos8.Se ha previsto que para el 2020 las ENT representarán casi las 3/4 partes del total de defunciones6 (Figura 1).
Figura 1: Carga de las enfermedades crónicas o ENT en el mundo en desarrollo
(Fuente: Harvard Public School of Health's project on the global burden of disease)
Los factores de riesgo de las enfermedades crónicas se pueden dividir en factores de comportamiento modificables y los factores de riesgo fisiológico/metabólicos. Entre los factores modificables el consumo de tabaco, el sedentarismo, las dietas no saludables y el consumo excesivo de alcohol aumentan el riesgo de la mayoría de las enfermedades crónicas o las causan directamente. A su vez, estos comportamientos propician 4 factores fisiológicos/metabólicos que aumentan el riesgo de enfermedades crónicas: hipertensión arterial, sobrepeso/obesidad, hiperglucemia (niveles elevados de glucosa en sangre) e hiperlipidemia (niveles altos de lípidos en la sangre). Siendo la hipertensión el principal factor de riesgo de enfermedades crónicas a nivel mundial, atribuyéndose el 16,5% de las defunciones5.
El 5% de las muertes por enfermedades crónicas son consecuencia del sobrepeso y obesidad5. La epidemia mundial de sobrepeso y obesidad - "globesidad" - se está convirtiendo en un importante problema de salud pública en muchas partes del mundo, y paradójicamente coexiste con la desnutrición en los países en desarrollo7. A nivel mundial, la obesidad casi se ha duplicado desde 1980. En 2014, el 39% (38% hombres y 40% de mujeres) de las personas adultas de 18 o más años tenían sobrepeso. Mientras que el 13% (11% hombres y 15% mujeres) eran obesas, equivalente a más de 600 millones de adultos obesos9. Respecto a los niños menores de 5 años, 42 millones tenían sobrepeso en 2013. En la Figura 2, se indica la prevalencia de sobrepeso para hombres y mujeres en distintas regiones del mundo, en las Figura 3 y 4 se muestra la prevalencia de obesidad mundial (IMC≥30) en hombres y mujeres adultos (mayor a 18 años) respectivamente en el 2014, y en la Figura 5 se muestra la prevalencia de sobrepeso en niños menores de 5 años en el 2013. .
Figura 2: Prevalencia de sobrepeso (IMC ≥ 25) por sexo, regiones e ingresos de países.
Figura 3: Prevalencia de obesidad (IMC≥30) en hombres, mayores a 18 años (año 2014)
Figura 4: Prevalencia de obesidad (IMC≥30) en mujeres mayores a 18 años (año 2014)
Figura 5: Prevalencia de sobrepeso en niños menores de 5 años (2013)
El aumento de la prevalencia del sobrepeso y la obesidad se asocia a muchas enfermedades crónicas, como la diabetes mellitus, enfermedad cardiovascular, hipertensión derrame cerebral, y ciertos cánceres8.El 44% de la carga de diabetes, el 23% de la carga de cardiopatías isquémicas y entre el 7% y el 41% de la carga de algunos cánceres son atribuibles al sobrepeso y la obesidad. El riesgo de contraer estas enfermedades no transmisibles crece con el aumento del Índice de masa corporal (IMC)9.
En tanto, la obesidad infantil se asocia con una mayor probabilidad de obesidad, muerte prematura y discapacidad en la edad adulta8. Los niños obesos y con sobrepeso tienden a seguir siendo obesos en la edad adulta y tienen más probabilidades de padecer a edades más tempranas enfermedades crónicas como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares. El sobrepeso, la obesidad y las enfermedades conexas son en gran medida prevenibles. Por consiguiente hay que dar una gran prioridad a la prevención de la obesidad infantil10.
Un cambio hacia el patrón dietético 5 (cambio conductual), es decir, hacia un estilo de vida que incluya alimentación saludable y mayor actividad física, contribuirá a prevenir las ENT y a un envejecimiento saludable. Según la OMS la alimentación poco saludable y la falta de actividad física son las principales causas de las enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, osteoporosis y algunos tipos de cáncer, y contribuyen sustancialmente a la carga de morbilidad, mortalidad y discapacidad11. Se estima que aproximadamente 1,7 millones de muertes por enfermedades crónicas son atribuibles a un bajo consumo de frutas y verduras5.
Para reducir la carga de morbilidad y mortalidad asociada, en mayo de 2004, la OMS adoptó la “Estrategia mundial sobre régimen alimentario, actividad física y salud”. Con respecto a la dieta, las recomendaciones sobre la ingesta de nutrientes para prevenir las enfermedades crónicas tanto poblacionales como individuales son:
- Lograr un equilibrio calórico y un peso saludable.
- Reducir la ingesta calórica procedente de las grasas, cambiar las grasas saturadas por las insaturadas y eliminar los ácidos grasos trans.
- Aumentar el consumo de frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y frutos secos.
- Reducir la ingesta de azúcares libres.
- Reducir el consumo de sal (sodio), cualquiera que sea su fuente, y garantizar que la sal consumida esté yodada. La OMS recomienda una ingesta inferior a 5 g/día de sal (equivalente a 2 g/ día de sodio).
Además, la OMS ha establecido un “Plan de acción mundial para la prevención y el control de las ENT 2013-2020”, que tiene por objeto reducir el número de muertes prematuras por ENT en un 25% a más tardar en 2025, mediante 9 metas mundiales de aplicación voluntaria (Figura 6). Este plan incluye un conjunto de intervenciones costoeficaces o “buenas inversiones” de gran efectividad, como la sustitución de grasas trans por grasas poliinsaturadas, la reducción de la ingesta de sal, la promoción y protección de la lactancia materna y la implementación de programas de concientización pública sobre dieta y actividad física, entre las intervenciones relacionadas con la actividad física y dieta. Entre estas medidas la reducción de la ingesta de sal ha sido identificada como una de las medidas más costo-efectivas para mejorar la salud de la población. Además, existe evidencia sólida de que las políticas de regulación para reducir los nutrientes específicos en los alimentos (por ejemplo, sal, ácidos grasos trans, ciertas grasas) son beneficiosas, útiles y eficaz para cambiar los hábitos alimentarios de la población.
En 2015, los países deberían empezar a establecer metas nacionales y a cuantificar los progresos logrados con respecto a los valores de referencia de 2010 recogidos en el Informe sobre la situación mundial de las enfermedades no transmisibles 2014.
Figura 6: Metas mundiales de aplicación voluntaria para prevenir y controlar las ENT, que deberían alcanzarse de aquí a 2025.
REFERENCIAS
- POPKIN, B. (2006). Global nutrition dynamics: the world is shifting rapidly toward a diet linked with noncommunicable diseases. Am J Clin Nutr 84(2):289-298. Disponible en: http://ajcn.nutrition.org/content/84/2/289.full.pdf+html
- LÓPEZ DE BLANCO, M. y CARMONA, A. (2005). La transición alimentaria y nutricional: Un reto en el siglo XXI. An Venez Nutr 18(1): 90-104. Disponible en:http://www.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0798-07522005000100017&lng=es.
- INEI. (2007). La Transición Nutricional en el Perú. Disponible en: http://www.inei.gob.pe/biblioineipub/bancopub/Est/Lib0700/Libro.pdf
- OMS (2003). Dieta, Nutrición y Prevención de Enfermedades Crónicas. Disponible en: ftp://ftp.fao.org/docrep/fao/006/ac911s/ac911s00.pdf
- http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs355/es/index.html. Consulta el: 19/11/2012
- http://whqlibdoc.who.int/trs/WHO_TRS_916_spa.pdf
- http://www.who.int/mediacentre/news/releases/2015/noncommunicable-diseases/es/
- http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs355/es/
- http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs311/es/
- http://apps.who.int/bmi/index.jsp. Consulta el: 19/11/2012
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- http://www.who.int/dietphysicalactivity/childhood/es/. Consulta el: 19/11/2012
- http://www.who.int/dietphysicalactivity/strategy/eb11344/strategy_spanish_web.pdf. Consulta el: 19/11/2012
- http://www.who.int/dietphysicalactivity/diet/es/index.html. Consulta el: 19/11/2012